La seguridad de los vehículos ha sido un tema de gran interés a lo largo de los años debido al aumento de los casos de robo de vehículos registrados en todo el mundo. En Uganda, la mayoría de los coches siguen utilizando el sistema de alarma convencional, que es fácilmente manipulado por los ladrones de coches debido a su debilidad en la puesta a punto y el ajuste. Por ejemplo, puede haber muchas alarmas de coche que sean demasiado sensibles, mientras que el resto puede soportar un gran terremoto sin un solo pitido, por lo que el público perdió interés en ellas, ya que podrían activarse falsamente. Además, este sistema de alarma convencional no proporciona ningún medio para ayudar a recuperar un vehículo robado y también tiene una interacción limitada entre el vehículo y el propietario. Para cuando se avisa a la policía, los vehículos ya han sido desmantelados o vendidos en estados o distritos vecinos a precios de saldo, lo que deja al propietario y a la policía indefensos a la hora de detener al ladrón.