Los liposomas son sistemas autoorganizados constituidos por vesículas esféricas de una o varias bicapas lipídicas concéntricas que aíslan uno o varios compartimentos internos del medio acuoso externo. La producción microfluídica de liposomas sigue basándose en gran medida en el uso de dispositivos de enfoque hidrodinámico planares, que se llevan a cabo introduciendo una dispersión de fosfolípidos en disolvente orgánico en el canal central del dispositivo, y constriñendo posteriormente esta corriente central mediante una o más corrientes acuosas perpendiculares. La focalización de la corriente central provoca el agotamiento controlado de la concentración de disolvente orgánico mediante su difusión en la fase acuosa, desencadenando así la autoorganización de los fosfolípidos en bicapas y, posteriormente, en liposomas. Se ha demostrado que mediante microfluidos de enfoque hidrodinámico se forman liposomas unilamelares con una distribución de tamaños que puede controlarse fácilmente mediante la relación entre los caudales volumétricos de las corrientes acuosa y orgánica. Así pues, la microfluídica se caracteriza por ser un método sencillo y altamente reproducible para la producción de liposomas.