Jos Andr s Salazar naci enMadrid en 1963 y estudi Filolog a Hisp nica en la rama de Ling stica en la Universidad Complutense de Madrid. Abandon los estudios en cuarto cursosin llegar a finalizar la carrera. En 1985, y dentro de esa vor gine culturalmultiforme que se dio en llamar la movida madrile a, gan el tercer premio delprimer concurso para guiones cinematogr ficos convocado por el Ayuntamiento deMadrid. El gui n se titulaba "Mu veteputa" y una an cdota. Don Enrique Tierno Galv n, alcalde de Madrid y encargadode otorgar los premios, molesto por el car cter soez del t tulo, no lo ley envoz alta y dijo s lo el nombre del autor; "Sasa", pseud nimo con el que poraquel entonces firmaba Jos Andr s Salazar. A finales de ese a o comienza unlargo viaje sin rumbo fijo por Am rica Latina, que termina en Nicaragua, dondeel autor queda fascinado por el reciente triunfo de la Revoluci n Sandinista.All escribe durante casi dos a os una radionovela de 75 cap tulos titulada"Corazones de Leyenda" para Radio La Primer sima, la principal emisora del pa s. Alacabar el proyecto regresa a Espa a y se sumerge en veinte a os de silenciocreativo. Hasta mediados del 2008, en el que comienza a escribir "SM; dentro deuna parafilia", muy influenciado por la nueva teor a del sexo propuesta porBeatriz Preciado. El autor se reconoce obsesionado por la idea de crear unnuevo g nero literario; la novela pornogr fica. Un g nero, por fin, perfectamente digerible por el ambiente cultural actual. Pero a su vez, ung nero que debe de ser tratado con seriedad estructural y narrativa, sin elidiotismo que con tan desalentadora frecuencia acompa a a todo lo pornogr fico.Un g nero por lo tanto autosuficiente, con sus propios recursos de expresi n, yque sobrepase con creces los destellos er ticos con palabras soeces queiluminan de vez en cuando otro tipo de narrativas. En resumen, un g nero nuevoy sin complejos. Por lo tanto, "SM; dentro de una parafilia" es, simplemente, lo que quiere ser; una novela pornogr fica, de sadomasoquismo. Mayo del 2009, en San Mart n de la Vega.