El objetivo último de cualquier modalidad de tratamiento es la resolución de la enfermedad con regeneración de los tejidos perdidos, si es posible produciendo una morbilidad postoperatoria mínima. La cirugía mínimamente invasiva es una de esas modalidades de tratamiento que está dando resultados prometedores en términos de reducción del trauma quirúrgico, aumento de la estabilidad de la herida, excelente cierre primario de la herida con mínimas molestias y efectos secundarios para el paciente. La cirugía mínimamente invasiva debe considerarse una auténtica realidad en la cirugía periodontal regenerativa. Varios ensayos clínicos han demostrado su eficacia y predictibilidad en el tratamiento de defectos intraóseos. La eficacia clínica se asocia sistemáticamente a una morbilidad muy baja tanto durante la cirugía como en el periodo de cicatrización postoperatoria. Las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas requieren una formación específica y el uso de instrumentos y materiales específicos para aplicarlas con éxito al tratamiento de los defectos intraóseos.