C mo abordas un problema de matem ticas que te desaf a? Sigues intentando hasta llegar a una soluci n?


O eres como Amy, que se frustra f cilmente y se rinde?


Amy suele ser una alumna feliz y entusiasta de quinto grado a la que le encanta bailar, pero est luchando con una tarea dif cil de matem ticas. No cree que sea buena en matem ticas porque sus compa eros de clase siempre obtienen las respuestas m s r pido que ella y, a veces, usa sus dedos para ayudarla a contar. A pesar de que su madre intenta ayudarla, Amy est convencida de que no puede hacer matem ticas. Decide no hacer la tarea en absoluto, ya que cree que no le ir a bien de todos modos.


A medida que Amy contin a con su d a, sus experiencias en la clase de ballet, el patio de recreo y la clase de gimnasia la hacen pensar en c mo abandon su tarea de matem ticas. Ella comienza a notar que el trabajo duro, la pr ctica, y la dedicaci n conducen al xito, gracias a sus amigos y maestros. Pronto llega a comprender que aprender matem ticas no es diferente a aprender cualquier otra habilidad en la vida. Con un est mulo adicional de su maestra de matem ticas, un poco de ayuda de su madre, y una nueva actitud, Amy se da cuenta de que puede hacer matem ticas.