La toxoplasmosis está causada por el parásito coccidiano Toxoplasma gondii. Las vías de transmisión son la ingestión de alimentos o agua contaminados con ooquistes desprendidos por gatos, el consumo de carne que contiene quistes de tejido infeccioso y la transferencia transplacentaria, cuando la madre se infecta por primera vez durante el embarazo. La toxoplasmosis es una de las causas de aborto en las mujeres embarazadas. El paso transplacentario del parásito de la madre infectada al niño puede cursar con ceguera, alteraciones neurológicas y retraso mental en la toxoplasmosis congénita. Puede causar mortalidad en el feto en desarrollo si la madre adquiere una infección aguda durante el embarazo. La tasa de transmisión al feto aumenta con la edad gestacional. Sin embargo, la gravedad de la enfermedad congénita disminuye con el aumento de la edad gestacional. El cribado serológico de la toxoplasmosis en mujeres embarazadas es muy importante para descartar causas de aborto y malformaciones congénitas. La prevalencia de la toxoplasmosis es bastante elevada y está asociada a factores predisponentes. La detección precoz en las embarazadas puede reducir la gravedad de la enfermedad.