La narrativa de Adolfo Mazariegos es algo muy suyo. A los cuentos de este libro los distingue una caligrafia y un tratamiento muy realista, pero una finalidad y un proposito muy fantastico, lo cual los hace ambiguos y les da la virtud de lo inesperado, quiza otra manera de decirlo sea indicar que parecen, conforme se van desarrollando, no tener ningun indicio fantastico que por fin se revela, incluso la revelacion fantastica sucede sin ningun cambio de ritmo, de tono, de atmosfera, de intensidad. No me atrevo a cuestionar nada sobre este tratamiento tan suyo de la prosa, sin embargo, me parece que puede ser una ventaja porque los cuentos son cortos y el fin fantastico no tarda en llegar. Rogelio Salazar de Leon "Premio Centroamericano de Novela Mario Monteforte Toledo, 2006.""