Este libro es la continuación lógica del primer volumen dedicado a los Evangelios sinópticos. En él se examina el lenguaje interrogativo de Jesús en el cuarto Evangelio, cuyo texto ha suscitado muchas pasiones a lo largo de los siglos. En comparación con los sinópticos, el Evangelio de Juan adopta un enfoque completamente distinto del Señor: en el prólogo (1.1ss), se le presenta ante todo como el Logos de Dios. A lo largo de los cuatro primeros versículos, el Logos (Verbo) designa sucesivamente la eternidad, que se sitúa en el principio de los tiempos (¿¿ ¿¿¿¿); luego se habla de la participación del Logos en la obra de la creación con una prolongación en la obra de la redención. Por último, el Logos revela la relación que desde siempre existió entre él (un ser celeste) y la humanidad, hasta el momento en que él mismo apareció como miembro de esta raza . Tal presentación recuerda el texto del Génesis 1, donde encontramos exactamente la misma expresión "en el principio" o Bereshît.