La novela cuenta la historia de su protagonista, Emma Garcia, de un pueblo de encierro que aisla a la gente y los individualiza, de un accidente donde no aparecen los cadaveres, que un buen dia bajan a la tierra en pedacitos, y como cada vecino encuentra un trocito que al irse armando completan su drama. Al principio nadie quiere enfrentar el hecho. Esconden sus hallazgos, pero los perros los desentierran y los exhiben. Cuando el olor crece y todo apesta a muerto, un nino decide dar parte a las autoridades, y es cuando los forenses unen el rompecabezas. Se prepara un sepelio como nunca antes se habia hecho uno, ni siquiera cuando murio Mama Grande o la Madre Teresa de Calcuta, al que asistieron todos en procesion con la certidumbre de que no enterraban a esos cuerpos sino a ellos mismos, iniciando una nueva era, dejando atras el individualismo malsano e integrandose como comunidad. Lo primero que hicieron fue nombrar nuevas autoridades, derribar los altos muros de las verjas y jardines, y crear una plaza para el esparcimiento."