Después de tres meses de una preparación física intensa, en Enero del 2004, Almine experimentó una transfiguración, entrando por segunda vez en la presencia del Infinito desde que en el año 2000 pasó a la conciencia de Dios (el estado de no identificación con el ego). En las semanas siguientes, las revelaciones de gran alcance que figuran en este libro surgieron desde ese silencio que todo lo abarca. Gran parte de este libro ha sido escrito sin el pensamiento consciente, después de que ella perdido la mayor parte de su pensamiento lineal durante esta transición. Esta forma de escritura automática, como el habla automática que ella tiene ahora, fluye libremente desde la Fuente hacia su puño y letra de donde fue transcrito. Pocos de los que han entrado en la conciencia de Dios dejan la dicha que la enseñanza. Aún unos cuántos entran en la etapa de Maestro Inmortal y además, continúan funcionando entre las masas. Sin embargo, como una nagual Tolteca y vidente, la vida de Almine está dedicada a llevar a los demás hacia la libertad absoluta de los límites mortales. Es una oportunidad única el ver a través de los ojos de quien ha encontrado los reinos indescriptibles de la eternidad. Desde esta perspectiva vienen ideas que pueden curar las heridas de alineación más profundas en los corazones humanos. Estos mensajes sagrados contienen la verdadera identidad de la humanidad como faros de luz de la Creación y como guías que muestran el retorno al corazón de Dios. Por primera vez en este libro se han resuelto algunos de los misterios del cosmos que han plagado a los videntes durante millones de años. En toda la historia de las escuelas ministeriales, nunca antes tales revelaciones habían desafiado todo lo que creíamos saber sobre el destino del hombre. Dentro de cada fibra de nuestro ser y en la profundidad de la verdad de nuestros corazones, no importa cuán profunda sea, se le puede reconocer por lo que es y es la verdad lo que nos hará libres.