Poco se sabe de la vida y milagros de Wenceslao Triana. Es casi imposible encontrar una persona con quien haya tenido encuentros directos. Siempre rechazo con diplomacia las invitaciones que le hacian. Al parecer nadie llego a saber exactamente como era o donde vivia. Un dia del ano 2003, sus escritos -su unica presencia en este mundo- desaparecieron de la misma manera callada como diez anos atras habian empezado a publicarse en la seccion editorial del diario El Universal, de Cartagena de Indias. La unica imagen suya que nos queda es el dibujo pensativo que acompano siempre sus notas semanales. Wenceslao Triana nos ofrece una mirada singular a los hechos que marcaron la transicion al nuevo milenio. Muchas de sus columnas cumplen al mismo tiempo con las funciones basicas del periodismo de opinion y del ensayo literario. Esa doble perspectiva es el rasgo que explica su vigencia tiempo despues de ocurridos los hechos que la inspiraron. Podria decirse que es una lastima tener poca informacion sobre el autor de los textos aqui reunidos. Pero apenas empieza su lectura se descubre que alli esta Wenceslao. Cada vez que alguien se acerque a conocer sus opiniones volvera a darle vida a ese anciano juvenil y enamorado que llego y se marcho, a la manera de Fray Luis, sin hacer mucho ruido .