Los padres, al igual que un escultor, que para realizar una escultura, lo primero que tiene es una visión de lo que quiere esculpir, después se asegura de contar con todos los materiales e instrumentos que utilizará para su realización y luego, asume toda la actitud indispensable de atención, concentración, disposición y amor para iniciar, persistir y concluir su obra como la soñó. El rol de ser padre es algo parecido al del escultor, pero mucho más complejo, pues la obra que está formando, interactúa, llora, tiene hambre, requiere aseo, cariño, cuidados. Y de la visión que él tenga, acerca de lo que quiere formar en su hijo, de sus cuidados, de su dedicación, su atención y concentración y de los recursos con los que cuente, dependerá el tipo de obra que forme en él. De acuerdo a esta analogía será bueno preguntarse ¿Tengo una visión de lo que deseo formar en mi hijo? ¿Estoy consciente de que lo que forme en él, bueno o malo, trasciende a las próximas generaciones? ¿Cuento con actitudes y habilidades necesarias para formar el hijo que tanto anhelo que sea? ¿Hijos, seguros de sí mismos, responsables y felices? ¿Deseo aprender a ser un mejor papá/mamá? Estoy segura este libro le ayudará.