Cuando Pedro L sperguer Wittemberg llegaba a Am rica lo hac a con feudo imperial: "no embargante que es alem n y cualquier provisi n que haya en contrario", siguiendo las propias palabras del emperador Carlos V. Comenzaba as un poderoso linaje, especialmente en Chile y Per , que tuvo notable protagonismo en los siglos XVI y XVII, enlaz ndose con varios t tulos nobiliarios. De esta familia desciende "la Quintrala", figura altamente mitificada y uno de los t picos literarios m s importantes de la cultura chilena, que es estudiado internacionalmente.
Una nueva y sorprendente investigaci n ha permitido conocer toda la etapa pre-americana del conquistador. En un relato apasionado exploraremos su pasado alem n, sus viajes junto al Emperador por el sur de Alemania y los Pa ses Bajos, su permanencia en Espa a junto a los condes de Feria, su viaje a Inglaterra para asistir a la boda de Felipe II y Mar a Tudor, la situaci n pol tica del momento y cientos de cosas m s... curiosidades sin parar que nos conducen a la sublimaci n de un mito, que ante sus nuevos escenarios adquiere nuevos visos de modernidad.
Desde su salida de Worms, Alemania, en agosto de 1545, y a lo largo de seis meses, el cortesano alem n comparte vivencias con el Emperador. Durante su viaje por los Pa ses Bajos, L sperguer pasa por las ciudades de Maastricht, Lovaina, Bruselas, Brujas, Amberes y Utrecht, donde entra en contacto no s lo con la belleza de estas ciudades sino con las avanzadas corrientes intelectuales de su tiempo. Luego, permanece en Espa a durante diez a os, donde tiene conocimiento de "El gran capit n", el mito legendario de los Fern ndez de C rdoba. A trav s de los Su rez de Figueroa, el joven alem n se adentra en las figuras del marqu s de Santillana, Jorge Manrique, y Garcilaso de la Vega, pr ncipe de los poetas espa oles.
Durante otros siete meses, permanece en Londres junto a Felipe II y el conde de Feria, su embajador en Inglaterra. All conoce a las m s encumbradas personalidades del imperio, en una de las urbes m s cosmopolitas del momento, siendo testigo de las enormes inercias y desaf os por las que atraviesa la corte inglesa. Tras vivir grandes emociones y retos, el alem n abandona la isla en enero de 1555. Despu s, junto a Alonso de Ercilla, c lebre autor de "La Araucana" y otros cortesanos, parte el 15 de octubre de 1555, de Sanl car de Barrameda, C diz, junto al nuevo virrey del Per , don Andr s Hurtado de Mendoza, en direcci n hacia las Indias. El grupo se ver confrontado con las dif ciles navegaciones transoce nicas de la poca y la experiencia casi irreal de cruzar el Istmo, todo ello compensado con la entrada triunfal que hacen en Lima, el 29 de julio de 1556, d nde Lisperguer permanecer unos meses al servicio del virrey antes de su partida a la pica guerra austral.
Y aunque el relato acaba aqu , a trav s de una elaborada cronolog a, podremos conocer las principales realizaciones del c lebre conquistador en Am rica, as como sus pases y licencias para poder embarcar.