La cavidad bucal se ha descrito como "la ventana a la salud general". Las enfermedades sistémicas están relacionadas, ya sea de forma casual o causal, con enfermedades orales, de las cuales las más frecuentes en niños son la tuberculosis, la escarlatina, la lepra, la difteria, el impétigo, el tétanos, la tularemia y la sífilis.Se ha descubierto que las afecciones sistémicas pueden manifestarse en la región oral y maxilofacial y en la cavidad oral, implicando a la dentición, los tejidos blandos, el hueso, la musculatura y los nervios.Estas relaciones son obvias, pero el impacto significativo y la relación de las afecciones orales y sistémicas graves son áreas que requieren una mayor colaboración. Y como la cavidad oral es también la intersección de la odontología y la medicina, profesiones semiindependientes que comparten el mismo objetivo común de mejorar la salud y la calidad de vida de los pacientes, es necesario un enfoque coordinado entre médicos y odontopediatras en el diagnóstico y tratamiento de estas afecciones para lograr resultados clínicos óptimos.