Memorias del subsuelo -tambi n traducida como Apuntes del subsuelo o Notas del subsuelo- puede considerarse como el pre mbulo al viejo Dostoyevski y sus novelas de ideas de mayor prestigio universal (Crimen y castigo, Los demonios, El idiota y Los hermanos Karam zov). La obra se divide en dos partes. En la primera, el hombre subterr neo de Dostoyevski (uno de sus tipos caracter sticos: marginado, agresivo, solitario, perturbado y, por momentos, mis ntropo) desarrolla un mon logo en el que, alternando arrogancia y humillaci n, escribe para s sus propios tormentos y va, poco a poco, desnud ndose moralmente. En la segunda parte, este hombre pasa a la lecci n pr ctica; el ser del narrador de la primera parte se traduce en un obrar en situaciones concretas de la segunda. En la primera parte, el narrador condena dos corrientes de pensamiento: el romanticismo, que considera hip crita, y el racionalismo, cuyo s mbolo es el Palacio de Cristal. Rechaza de la segunda, ante todo, la idea de que la aceptaci n de las leyes de la naturaleza por parte del hombre pueda llevarlo a eliminar cuanto en l hay de irracional y de esta forma conducirlo a la estabilidad y armon a. El narrador se pregunta ret ricamente si es posible esa eliminaci n del componente irracional y, en caso de que as fuese, si no es eliminado en definitiva el libre albedr o. Justamente, para el narrador, es en su soberano libre albedr o y en su af n de ejercerlo aun cuando tal ejercicio vaya en contra de la raz n y de su ventaja personal, donde radica la esencia del ser humano. Es este el punto clave que acerca a Dostoyevski, al menos en esta obra, al existencialismo, y que ganar a posteriormente la simpat a de Nietzsche.