Torquemada y San Pedro, la cuarta novela de la tetralog a de Benito P rez Gald s, nos lleva al final de su transformaci n y a un desenlace inesperado debido a las pretensiones de este personaje en enga ar a Dios. El palacio de Gravelinas, en un recodo imaginado de la vieja calle de San Fernando, y la sombra del misionero Gamborena (al que Torquemada llama "San Pedro") recorriendo la mansi n, los gritos del hijo monstruoso y la inercia mortal de sus creadores ser n el f ustico escenario para la trama final. "Los personajes viven en una atm sfera de fr o y de nieve que se transforma en barro, chapoteando sin br o y sin nimo en un barrizal". Siguiendo el hilo, morir la arist crata Fidela y el hinchado financiero no tardar en estallar tambi n. El ltimo episodio de la irresistible ascensi n de Francisco Torquemada, concluye 'reventando, como un globo. El financiero avaro muere. Como en la primera novela de la serie, su car cter queda de manifiesto ante una situaci n trascendental. En este caso, se enfrenta a su propia enfermedad y riesgo de muerte. En estas sensibles circunstancias, su conciencia se divide atormentada: desea salvar su alma, pero nuevamente cree poder enga ar a Dios, comprando su indulgencia a cambio de ceder sus bienes a la Iglesia; al mismo tiempo, desea su salvaci n material para poder completar un negocio que le reportar ping es beneficios