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Anaconda: Narrativa

Autor Horacio Quiroga
es Limba Spaniolă Paperback – 8 ian 2013
Horacio Silvestre Quiroga Forteza (Salto, 31 de diciembre de 1878-Buenos Aires, 19 de febrero de 1937). Uruguay. Era hijo del viceconsul argentino en Salto quien descendia del caudillo riojano Facundo Quiroga. Desde pequeno vivio acontecimientos tragicos: a los tres meses de edad, su padre murio de un disparo accidental de su propia escopeta en su presencia. En 1891 su madre se volvio a casar --esta vez con Ascencio Barcos--, y Quiroga establecio profundos vinculos afectivos con este. Sin embargo, tras cinco anos de matrimonio, Barcos, que sufria una paralisis provocada por un derrame cerebral, se suicido. Mas tarde Quiroga termino en Montevideo la ensenanza secundaria. Adquirio formacion tecnica, en el Instituto Politecnico de Montevideo, y general en el Colegio Nacional. En 1898 se enamoro de Maria Esther Jurkovski, que inspiraria dos obras suyas: Las sacrificadas y Una estacion de amor. Por esos tiempos Quiroga comenzo a colaborar en el semanario Gil Blas y establecio amistad con el escritor argentino Leopoldo Lugones, que fue una de sus principales influencias. Hacia 1900 Quiroga se fue a Paris tras recibir la herencia de su padre. Al volver, fundo a sus amigos Federico Ferrando, Alberto Brignole, Julio Jaureche, Fernandez Saldana, Jose Hasda y Asdrubal Delgado, el Consistorio del Gay Saber, un laboratorio literario donde se ensayaron nuevas formas de expresion. Tras la aparicion de su primer libro (Los arrecifes de coral) murieron dos de sus hermanos victimas del tifus. Ese mismo ano su amigo Federico Ferrando, que habia recibido fuertes criticas del periodista German Papini, decidio retar a duelo a aquel. Quiroga se ofrecio para preparar el revolver que iba a ser utilizado en el duelo y mientras revisaba el arma se le escapo un disparo que mato a Federico. Abatido, Quiroga cruzo el Rio de la Plata en 1902 y fue a vivir con Maria, otra de sus hermanas. En 1903, acompano como fotografo a Lugones en una expedicion para investigar unas ruinas de las misiones jesuiticas. La vision de la jungla marcaria su vida, seis meses despues compro unos campos de algodon en el Chaco. El proyecto fracaso. Y, sin embargo, en 1906 decidio volver otra vez a la selva y comprar otra finca. Por entonces Quiroga se enamoro de una alumna suya --la adolescente Ana Maria Cires--;y le dedico su primera novela, titulada Historia de un amor turbio, se caso con ella y la llevo a vivir a la selva. En 1911 Ana Maria dio a luz asistida por Quiroga a su primera hija, Egle Quiroga, en su casa de la selva. Sin embargo, ella no se adaptaba a aquella vida y le pidio Quiroga que regresaran a Buenos Aires. Ante la negativa de este, Ana Maria se enveneno en 1915. Durante 1917, Quiroga vivio con sus hijos en un sotano de la avenida Canning, alternando su trabajo como diplomatico y la escritura de relatos publicados en revistas. La mayoria de estos fueron recogidos en libros, el primero de los cuales fue Cuentos de amor de locura y de muerte (sic, titulo sin coma), que tuvo gran exito de publico y de critica. Al ano siguiente aparecio Cuentos de la selva, coleccion de relatos infantiles protagonizados por animales y ambientados en la selva. Quiroga dedico este libro a sus hijos, que lo acompanaron durante ese periodo de pobreza. Hacia 1927, habia decidido criar y domesticar animales salvajes, mientras publicaba su nuevo libro de cuentos, Los desterrados. Se habia obsesionado con Maria Elena Bravo, adolescente companera de clase de su hija Egle, que cedio a sus reclamos. A partir de 1932 Quiroga vivio en Misiones con Maria Elena y su tercera hija. Por entonces le diagnosticaron hipertrofia de prostata. Agravada su dolencia, Quiroga viajo a Buenos Aires y alli descubrieron que tenia un cancer de prostata avanzado. Recluido en el hospital supo que en los sotanos vivia apartado un paciente con deformidades similares a las del Hombre Elefante. Quiroga exigio que el paciente --llamado Vicente Batistessa-- compartiese habitacion con el. El 19 de febrero de 1937 y en presencia de Batistessa, murio Horacio Quiroga tras beber un vaso de cianuro.
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Specificații

ISBN-13: 9788498168808
ISBN-10: 8498168805
Pagini: 42
Dimensiuni: 216 x 140 x 3 mm
Greutate: 0.08 kg
Editura: Linkgua
Seria Narrativa


Notă biografică

Horacio Silvestre Quiroga Forteza (Salto, 31 de diciembre de 1878-Buenos Aires, 19 de febrero de 1937). Uruguay.Era hijo del vicecónsul argentino en Salto quien descendía del caudillo riojano Facundo Quiroga. Desde pequeño vivió acontecimientos trágicos: a los tres meses de edad, su padre murió de un disparo accidental de su propia escopeta en su presencia.En 1891 su madre se volvió a casar-esta vez con Ascencio Barcos-, y Quiroga estableció profundos vínculos afectivos con éste. Sin embargo, tras cinco años de matrimonio, Barcos, que sufría una parálisis provocada por un derrame cerebral, se suicidó.Más tarde Quiroga terminó en Montevideo la enseñanza secundaria. Adquirió formación técnica, en el Instituto Politécnico de Montevideo, y general en el Colegio Nacional. En 1898 se enamoró de María Esther Jurkovski, que inspiraría dos obras suyas: Las sacrificadas y Una estación de amor. Por esos tiempos Quiroga comenzó a colaborar en el semanario Gil Blas y estableció amistad con el escritor argentino Leopoldo Lugones, que fue una de sus principales influencias.Hacia 1900 Quiroga se fue a París tras recibir la herencia de su padre. Al volver, fundó el «Consistorio del Gay Saber», un laboratorio literario donde se ensayaron nuevas formas de expresión.Tras la aparición de su primer libro (Los arrecifes de coral) murieron dos de sus hermanos víctimas del tifus. Ese mismo año su amigo Federico Ferrando, que había recibido fuertes críticas del periodista Germán Papini, decidió retar a duelo a aquél. Quiroga se ofreció para preparar el revólver que iba a ser utilizado en el duelo y mientras revisaba el arma se le escapó un disparo que mató a Federico.Abatido, Quiroga cruzó el Río de la Plata en 1902 y fue a vivir con María, otra de sus hermanas. En 1903, acompañó como fotógrafo a Lugones en una expedición para investigar unas ruinas de las misiones jesuíticas. La visión de la jungla marcaría su vida, seis meses después compró unos campos de algodón en el Chaco. El proyecto fracasó. Y, sin embargo, en 1906 decidió volver otra vez a la selva y comprar otra finca.Por entonces Quiroga se enamoró de una alumna suya-la adolescente Ana María Cires-; y le dedicó su primera novela, titulada Historia de un amor turbio, se casó con ella y la llevó a vivir a la selva. En 1911 Ana María dio a luz asistida por Quiroga a su primera hija, Eglé Quiroga, en su casa de la selva. Sin embargo, ella no se adaptaba a aquella vida y le pidió Quiroga que regresaran a Buenos Aires. Ante la negativa de éste, Ana María se envenenó en 1915.Durante 1917, Quiroga vivió con sus hijos en un sótano de la avenida Canning, alternando su trabajo como diplomático y la escritura de relatos publicados en revistas. La mayoría de estos fueron recogidos en libros, el primero de los cuales fue Cuentos de amor de locura y de muerte (sic, título sin coma), que tuvo gran éxito de público y de crítica. Al año siguiente apareció Cuentos de la selva, colección de relatos infantiles protagonizados por animales y ambientados en la selva. Quiroga dedicó este libro a sus hijos, que lo acompañaron durante ese período de pobreza.Hacia 1927, había decidido criar y domesticar animales salvajes, mientras publicaba su nuevo libro de cuentos, Los desterrados. Se había obsesionado con María Elena Bravo, adolescente compañera de clase de su hija Eglé, que cedió a sus reclamos.A partir de 1932 Quiroga vivió en Misiones con María Elena y su tercera hija. Por entonces le diagnosticaron hipertrofia de próstata. Agravada su dolencia, Quiroga viajó a Buenos Aires y allí descubrieron que tenía un cáncer de próstata avanzado. Recluido en el hospital supo que en los sótanos vivía apartado un paciente con deformidades similares a las del Hombre Elefante. Quiroga exigió que el paciente-llamado Vicente Batistessa- compartiese habitación con él.El 19 de febrero de 1937 y en presencia de Batistessa, murió Horacio Quiroga tras beber un vaso de cianuro.